martes, 11 de junio de 2013

Un pensador en un mundo impensable.


Cuando realmente te planteas la pregunta que es el bien y el mal, lo correcto o lo incorrecto, te das cuenta que el temas es más confuso de lo que parece, la preguntas frecuentes serian: ¿lo bueno es lo que yo considere así o lo que los demás consideren bueno?, ¿hago lo correcto para mí o para los demás?; lo correcto es a mi parecer lo que uno siente que es correcto sin importar la opiniones vertidas por esa sociedad degenerada que nos rodea, el ser humano dejo de tener humanidad desde que invento lo moral, al principio tal cosa no existía o acaso me pregunto si nuestros antecesores se preguntaban al momento de cazar si era moralmente correcto o no?, obviamente no lo hacían solo cazaban porque su supervivencia dependía de ello, pero en nuestra época con una sociedad precaria, sedentaria, totalmente corrupta, degenerada por eso a lo que se llama moral que no es más y cito a mi entrada anterior: ’’ no es nada más que un montón de reglas impuestas por ‘’Hombres buenos’’(Pensamientos novicios)’’; debo admitir que hace muy poco yo era nada más que un ser moralmente recto, que no podrían doblegar ante nada, mis acciones siempre por el ‘’buen’’ camino que obviamente es el más difícil, pero considerándolo bien me di cuenta que solamente seguía esas reglas infundadas por personas que no viene ni al caso mencionar, es por eso que mi filosofía, mi política es seguir mi instinto, reaccionar como mi conciencia lo diga, hacer y deshacer como yo me sienta más cómodo, el hombre se ha degenerado a tal grado que es como una maquina programada dispuesta a seguir cada regla, cada comando impuesto por la absurda creación de la sociedad y su pérfida moral.

Es sin duda mis pensamientos los que inspiran a proclamar, a exigir al hombre que saque su naturaleza, que sea lo que realmente es, que sea el egoísta que es, el soberbio que lleva dentro, el altruista, el artista, que se deje de ocultar tras el manto sucio de la moral, los invito a que sean inmorales y sea cambiado el orden de las cosas. Vivo en un país donde la gente escucha por sus ojos, piensa con el estómago y defeca por la boca, arruinando cada vez más al mundo con su ‘’si señor’’ aceptando todo, sin dar negación sin sacar su instinto, donde está el ser violento que llevan, el ser inteligente. Muchos dirán que he enloquecido y estoy equívoco, que todos actúan con su naturaleza, entonces yo refuto con que si esa aseveración es correcta entonces vivimos en tiempos de miedosos y cobardes, donde la valentía, la elocuencia, la barbarie, la ira se quedó muy atrás muertas con nuestros ancestros, que sin duda ayudaron a formar esta deformación a la que hoy nos enfrentamos.

Hoy en día todos son unos hipócritas que no saben lo que son, se han ocultado tanto en los velos de la moral que ya han olvidado quien son, viven amargamente sus vidas por encerrar tras la prisión de la moralidad, del ser correcto, no se dejan ver, y aun peor cometen un crimen al seguir los pasos de aquel que predica la moralidad como guía y es el ser más inmoral que hay, el hace uso de sus mentiras, el que demuestra su naturaleza, es digno de aplaudir a esa persona que vive del consejo que no sigue porque sabe que seguirlo lo hace infeliz, pero es triste verlos decir a todos ‘’si señor’’ a estos consejos. Tengo muy en cuenta que estas palabras no cambiaran nada, la degeneración los hará repudiar mis escritos, los hará decir que no tienen sentido, que soy un ser despreciable, que soy un daño a la sociedad pero créanme y se los aseguro que sin duda eso será el más grato honor para mí, el hecho de que me consideren un peligro para esa creación pérfida y errónea es de alta aceptación y logra sacar una bella sonrisa en mí.

Pensar donde ya nadie piensa, es como vivir en un cementerio donde nadie vive, en ocasiones me siento solo e incomprendido pero viene a mí una eterna frase que me alivia que es: ‘’El hombre más fuerte es el que está mas solo’’, esta singular frase me reconforta. Me gustaría ver un mundo donde nadie use máscaras, donde todos sean los mismos de día como de noche, donde nadie sepa decir la verdad y nunca se haya creado la mentira, pero aquí entre nosotros esto no es más que una utopía, un sueño de un pensador, pero vale la pena mencionar que soñar es gratis y en estos tiempos lo gratis es escaso, ¿realmente alguien me comprende?, aquel que me lea que me lo haga saber, si ofendí a alguien no me disculpo, mi naturaleza es ofender; soy un ser inmoral que se sienta a observar como el mundo arde con fuego propio, soy un joven y humilde pensador que se despide de Uds. mis lectores con una frase que escuche por allí: ‘’Verdad, mentira son irrelevantes al final solo la mejor historia es tomada en cuenta’’

A todos mis lectores me dirijo a Uds. para agradecer su lectura.

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